Los vinos del cocinero
Este es el caso de un auténtico self made man, porque Hugo Soca nació y vivió en un humilde hogar de la Colonia Petrona Fontes de Bonilla, en Maldonado. Desde muy chico debía ayudar a sus padres, trabajar la tierra, e ir a la escuela rural, a caballo o caminando. No había luz eléctrica y el agua era de aljibe. Le gustaba cocinar... “porque en mi casa se hacía absolutamente todo, la pasta, los panes, las conservas y las mermeladas. Había una huerta que nos proveía de todo lo necesario”, recuerda de su infancia
Al terminar el liceo en Pan de Azúcar, su idea era seguir odontología y para ello se vino a vivir a Montevideo, pero se inscribió en gastronomía de la UTU y al poco tiempo optó por la Escuela Gato Dumas, donde aprendió pastelería, con postgrado incluido. Una vez concluido le sumó el curso de Sommelier. Su espíritu inquieto y aventurero lo llevó a trabajar en Francia y en Chile y al volver se hizo cargo de la concesión de la cafetería Sucré Salé, en la Alianza Francesa de Bulevar Artigas.
Esta es la historia personal y menos conocida de Hugo, porque la otra es pública y no es necesario contarla. Dadas sus condiciones de buen comunicador, en 2011 Canal 4 lo contrató para su programa Buen día Uruguay y su figura comenzó a ser reconocida por todos los uruguayos. Más adelante inauguró su restaurante-almacén Tona, en Luis Franzini y Carlos Berg y su libro, Nuestras Recetas de Siempre, resultó ganador del premio Gourmand en Francia 2013.
Ahora llegó el turno de los vinos propios y para ello la mejor opción, fue contactar a Martín Viggiano, enólogo de la Bodega Cerro del Toro, de Piriápolis, tan cercana a los lugares de su juventud. Juntos cataron los vinos, los comentaron y fueron decidiendo los cortes. Por ejemplo, con el Albariño y en la bodega, probaron 4 o 5 elaboraciones que fueron combinando en distintas proporciones hasta llegar a la preferida por Hugo.
Y así se hizo con las restantes y Hugo lo explica: “Sentí que debía tener un Pinot Noir, que es un tinto ligero, que siempre ayuda con platos livianos o en días de verano de mucho calor. Y el Cabernet Franc no podía faltar. Es una variedad que a mí me gusta mucho y hoy marca tendencia. Por último, un Tannat porque es el emblema nuestro y este Reserva, es uno de mis preferidos”.
Por su parte Martín Viggiano cuenta del quinto vino:” En principio iban a ser 4 etiquetas, pero Hugo entendía que iba a precisar un vino de postre y lo teníamos, aunque era una producción tan pequeña que, para nosotros, no merecía ser envasada. Lo habíamos elaborado en 2022 con una uva Viognier que se dejó sobre madurar y más bien de forma experimental. Aunque, a decir verdad, al probarlo nos sorprendió mucho, en tres años había evolucionado para bien y no dudamos en que calzaba con lo que él buscaba,” recuerda Martín.
La semana pasada, en Iberhouse de Punta Carretas, se hizo la presentación de los vinos Hugo Soca, que ya están a la venta en los 17 locales de esta cadena de tiendas de conveniencia. Conociéndolo, no dudamos que Hugo pronto nos sorprenderá con otras novedades.
EDUARDO LANZA
Ingeniero Químico y experto en vinos. Su pasión lo ha llevado a visitar terruños, descubrir cepas y probar las más variadas etiquetas. Comparte su saber y anécdotas de una forma atractiva desde hace más de 20 años. Escribe y enseña con el mismo placer que degusta un vino. Nos lo cuenta en un contexto histórico y cultural, y eso también lo hace diferente.
1 comment
Salud! hombres del buen vivir y del buen tomar que jerarquizan la noble industria nacional. Gracias