Los hermanos Pablo y Marta Álvarez decidieron celebrar los 40 años, al frente de la mítica bodega española Vega Sicilia, con una cata épica cenando con amigos, en el restaurante Etxebarri, cerca de Bilbao

 

La celebración no fue una cata formal. Se cataron 40 añadas, varias con botellas magnum y la más vieja, el Vega Sicilia Único 1942, que si bien se mostraba muy evolucionado, aún fue considerado elegante y de gran personalidad. Unos decantados y otros sin decantar, algunos tirando a color teja aunque resistiendo el paso del tiempo de forma insuperable, dijeron los comensales.

Bittor Arginzóniz, cocinero y propietario de Etxebarri, organizó una sinfonía de platos regionales donde no faltó la anchoa al salazón sobre tosta de pan, el chorizo vaco, la kokotxa de merluza, la yema de huevo con trufa blanca y los hongos con berenjena. El postre tuvo gran aceptación y consistió en un helado de leche reducida y remolacha.

La zaga comenzó en 1982 cuando don David Álvarez compró la bodega de Ribera del Duero, a la familia Neumann de Venezuela y colocó a su hijo Pablo – recién recibido de abogado – a compenetrarse con su manejo. Con paciencia y perseverancia lo hizo bien, sin saber nada de vinos. Es que la pasión lo atrapó y le hizo dedicarse de cuerpo y alma a este mundo tan fascinante. En estas cuatro décadas de gestión y junto a su hermana Marta, han colocado a Vega Sicilia en un lugar privilegiado dentro del club de las marcas de lujo. Una posición que bien puede estar a la altura de Ferrari, Rolex o Dior. Por ejemplo, durante la histórica visita que en 2016 Barack Obama realizó a Cuba, en la cena de bienvenida compartieron con Raúl Castro, un Vega Sicilia Único 2007.

El éxito comercial y las generosas utilidades cosechadas, los llevó a desarrollar nuevos emprendimientos. Primero fue Alión en1991 y también en Ribera del Duero. Dos años más tarde compraron Oremus, una mítica bodega húngara de vinos dulces en el Tokaj, venida a menos durante el régimen socialista. En 2001 crearon Pintia en la DO Toro y en 2009 Macán en la DO Rioja en sociedad al 50%, con Benjamín de Rothschild de Burdeos. Entre todas las unidades conforman el grupo Tempos Vega Sicilia, la marca con que se proyectan al  mundo.

Ahora es el turno de Galicia, donde en la parte alta del rio Miño, los hermanos Álvarez ya compraron terrenos y viñedos, por un total de 24 hectáreas para elaborar Albariño. La consideran como la gran variedad blanca española y con un tremendo potencial para dar varietales de categoría. Un faltante dentro del conglomerado dedicado a los tintos.

En Uruguay desde los 90, los hermanos Jesús y Celso Domínguez obtuvieron la representación de Vega Sicilia, un logro a destacar, ya que la venta a sus representantes es restringido y por cupo limitado. Hoy en nuestro país es posible comprar en Iberpark, un Vega Sicilia Único 2010 a $ 55.000 la botella.