En la edición de primavera de la revista The Select Experience del año 2019, que Banco Santander edita y distribuye entre sus clientes, se publicó la nota que escribimos con gran estima y admiración sobre Álvaro Mangino y sus vinos. Si bien habíamos tenido algún contacto esporádico, por integrar el mismo sector de actividad, desde lugares diferentes, ese día nació un vínculo fraterno, de respeto y gran cariño. Compartimos muchos momentos de gran alegría y vinos. Sus conversaciones estaban colmadas de fe, esperanza y agradecimiento

Nuestro último encuentro fue hace pocos años en ocasión de una charla sobre los valores del rugby y como estos le ayudaron en la tragedia de los Andes, que brindó junto al argentino Juan Manuel Leguizamón, actual entrenador de Pampas. El encuentro fue emotivo y gratificante por los conceptos vertidos por ambos speakers.

Al finalizar, se llevó a cabo un remate a beneficencia, de varios vinos de Álvaro, camisetas del exjugador y un Don Melchor de la bodega más importante de Chile, de la añada 2000 que aportamos de nuestra cava personal. Álvaro quiso que lo acompañara en ese momento, para arengar juntos a los presentes a levantar sus apuestas y así lograr un beneficio mayor a la noble causa. Podría haber sido cualquier otra botella, pero sentimos que la ocasión ameritaba que fuera el vino más icónico del país trasandino. Esa tierra que tanto tuvo que ver con Álvaro, aquel trágico viaje y en definitiva con nuestra historia como sociedad.

Álvaro falleció el domingo pasado dejando un legado de pura enseñanza, humildad y sabiduría. Esa que tienen los grandes. Estás líneas son nuestro sentido recuerdo a un hombre que recordaremos siempre como muchos de los que formamos parte de la industria del vino nacional.

Leer aquí: Álvaro Magino y su Valle de las Lágrimas