Crono Folle Noir 2016
Felizmente rescatado
Bodega: Estancia y Bodega La Cruz
Origen: Florida, Uruguay
Precio: $ 440
En sus orígenes la viticultura uruguaya tuvo dos importantes impulsores y cada uno basó la implantación de sus viñedos, en una variedad tinta predominante. Pascual Harriague en Salto trajo la Tannat al país y Francisco Vidiella, aquí cerquita, en Colón, pobló sus viñedos con la Folle Noir. Ambas daban y dan hoy, vinos muy diferentes, pero tienen un rasgo común muy valioso: son muy resistentes a las enfermedades de las vides. La de don Pascual ganó la preferencia de los viticultores y bodegas, porque da tintos oscuros y corpulentos y eso le valió ser la favorita. En cambio la de Vidiella genera vinos ligeros, amables, de tonos vivos no tan intensos y muy fáciles de beber cuando jóvenes. Esto hizo que con el transcurrir del siglo XX, la Folle Noir fuera perdiendo terreno, hasta llegar hoy día a contar apenas con 6 hectáreas plantadas en todo el país. Algunas subsisten en el viñedo de Estancia La Cruz, en Florida, plantadas por el propio Vidiella en 1884. De estas vides centenarias nace el Crono, de la mano de la Ing. Agr. Enóloga Estela de Frutos, que en su incesante tarea de rescatar valiosos testimonios del pasado, tuvo la excelente idea de elaborar este tinto. Y como ella misma expresa en la contra etiqueta de la botella: “Crono, dios del tiempo, trae el pasado al presente y nos ubica en los comienzos del vino en Uruguay. Es un tributo a quienes me precedieron”. Nos encontramos así con un tinto, de color guindo transparente que con generosidad huele a fruta bien madura. Fresco en boca, sobre todo si como aconseja Estela, se lo refresca un poco en la heladera. Apenas con media hora alcanza. De paso ligero pero muy cordial en boca, no hay que buscarlo por la contundencia, sino por su amabilidad. Lo disfrutamos con un pollo a la cacerola, condimentado con jugo de pomelo y limón, una pizca de comino y pimentón, al cual agregamos una cuchara de mostaza y miel. El arroz blanco complementó el plato y el vino lo hizo mucho más sabroso.
EDUARDO LANZA
Ingeniero Químico y experto en vinos. Su pasión lo ha llevado a visitar terruños, descubrir cepas y probar las más variadas etiquetas. Comparte su saber y anécdotas de una forma atractiva desde hace más de 20 años. Escribe y enseña con el mismo placer que degusta un vino. Nos lo cuenta en un contexto histórico y cultural, y eso también lo hace diferente.