Hace ya 90 años que la familia Varela Zarranz se dedica a cultivar viñedos y a elaborar vinos. La 4ª generación, hoy ya en funciones, decidió que 9 décadas suman tanta entrega y perseverancia, como para ser celebradas. Se hizo el jueves 16 en la propia bodega y allí fuimos con Omar Ichuste, junto con una nutrida asistencia de amigos, clientes y referentes del sector

El evento tuvo lugar en el remodelado granero, que antaño funcionó para albergar a los trabajadores de la empresa. Tengamos en cuenta, que la bodega lleva 135 años de existencia, lo cual también merecía este festejo. Hoy el viejo edificio es un espléndido lugar, modificado con mucho gusto y los Varela le están sacando buen provecho, como sala de fiestas y para recibir turistas.

Queríamos ponernos en sintonía con la realidad actual, hacer un cambio de identidad, rediseñando la marca en todas las etiquetas. Era todo un desafío modernizarlas y conservar la tradición de tantos años”, cuenta Mariana Varela Risso.

“Se cambió entonces la tipografía, conservando la palabra Viña, haciendo honor a los inicios de la familia en el sector y se incluyó Uruguay pensando en la exportación. Además, el símbolo que identifica la marca se cambió conservando la V y la Z entrelazadas”, y así Mariana resume los cambios principales.

La línea clásica pasó a llamarse Varela Zarranz:ya que tuvo y tiene, un significado muy importante, porque fueron los primeros VCP, que se elaboraron después de la reconversión de los viñedos y la implantación de nuevas cepas”. Son 4 tintos jóvenes, un blanco y un rosado y en la etiqueta figuran los olivos que caracterizan la entrada principal del establecimiento.

La línea Roble pasó ahora es Pequeñas Producciones, en la que la madera perdió preponderancia, debido al gusto de la cuarta generación de la familia que está tomando la posta de la bodega. Son ediciones limitadas de varietales de: Tannat, Marselan, Cabernet Franc y la ya clásica Muscat Petit Grain.

Luego viene la línea Íconos, que cuyas etiquetas son numeradas y que incluye al Tannat Barrica Abierta, y al Cuadro 90, que proviene de esa parcela que siempre da una calidad sobresaliente. Y el tope de gama: Guidaí Detí que en lengua charrúa significa “tres lunas#, corte de Tannat, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon.

Bienvenida la nueva generación, bienvenido el cambio, bienvenidas las nuevas etiquetas, más elegantes y estilizadas, a tono con la calidad de su contenido. Estamos seguros de que no son los únicos y que vendrán otros, de la mano de estos jóvenes que muestran en esta renovación, un gran empuje y compromiso de mantener la tradicional familiar en el mundo actual.